Estúpida.

Aquella tarde que me regalaste aquél 3 de junio fue demasiado perfecta para nosotros, por lo menos para mí. Me besaste. Varias veces y con pasión, o eso aparentabas. Me querías, o eso parecía. Me agarrabas de la cintura como is nunca me fueras a soltar. Acariciabas mi pelo diciendo que te encantaba. Me cuidabas como si fuera tu tesoro, tu amor.  

Estúpida. Así me sentí el 4 de junio por la mañana. Descubría que me utilizabas. Y no por primera vez...

Mi vida se chocó contra un muro que yo no veía y que tú hace tiempo que construías. Me adentraba de nuevo agujero negro que tan familiar se me hacía, y siempre por ti. Seré tonta. Lo sé . Pero siento que aún te quiero, y que no podría alejarme de ti. No soy capaz de ser feliz sin tu compañía. Pero tendré que serlo.

 No me quedan opciones. Es olvidarte o no vivir.